Cerramientos de piscinas

El primer paso para el disfrute del agua y su jardín es contar con una piscina adecuada a su entorno. Una cubierta de piscina es el siguiente paso, tras la construcción de la propia piscina, para lograr un espectacular incremento en el disfrute del agua, debido al alargamiento de la temporada de baño que logramos con esta importante instalación, y los consiguientes beneficios que esto nos aporta.

Los cerramientos de piscinas son estructuras, habitualmente de aluminio y policarbonato como material de cierre para crear un entorno cerrado alrededor de la piscina. La cubierta puede ser una estructura fijada al suelo o móvil (telescópica) para poder dejar abierto el vaso de la piscina en la temporada de mejor clima.

Con una cubierta de estas características se puede prolongar la temporada de baño varios meses antes y después de la temporada clásica de verano, o incluso durante todo el año con la instalación de un adecuado equipo de climatización.

Una cubierta fija es una estructura donde son las hojas laterales las que se levantan, dejando los dos laterales libres, con acceso mediante puerta con cerradura.

Una cubierta telescópica se compone de varios módulos, los cuales se introducen unos dentro de otros para poder dejar al descubierto la piscina. La apertura podrá hacerse recogiendo todos los módulos hacia un lado o desde el centro hacia los extremos. Las fachadas de la estructura se componen de un frontal fijo y otro móvil para que una vez replegada la cubierta fuera de la piscina quede una mínima parte de ella a modo de cenador.

Las cubiertas deben contar con la altura suficiente, tanto en los laterales como en el centro de las mismas, para evitar cualquier sensación de agobio y poder pasear un adulto cómodamente por la playa de la piscina. Esto ha sido convenientemente estudiado para ofrecer el máximo confort.

CUBRISA construye cubiertas diseñadas para lograr la máxima resistencia y durabilidad. La instalación se realiza con la mejor relación calidad/precio.

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